sábado, 27 de noviembre de 2010


Maullidos, gritos, sirenas y alguna que otra desgracia más.
Tú sólo le das importancia a los maullidos, como si ellos te intentasen decir algo.
L, L, L, en cada esquina una L. Cuentas, ¿cuántas Eles harán falta para que empieces a hacerles caso?. Tú las ves, no signica que estén ahí. Sentidos que por fin dejan de engañarte. Sí, te engañaban, te ocultaban información. ¿Eso es engaño? Sí, sí lo es, un engaño ¿sinquerer?.

Mases que restan, muchas restas.
Líneas que se unen,... círculos, círculos, círculos. Sin principios ni fines. Fines, ¿para qué? Menudas paranoias las tuyas. Perturbada.
Ideas que se agolpan y ninguna puede salir, no caben por esa puertita. Cambiar la puerta u ordenar las ideas. Difícil decisión la tuya.

¿Qué? Qué más hará falta para que el collage quede resultón. Qué más hará falta para que quede comoatite gusta. ¿Y mañana? ¿Te seguirá gustando?

¿Por qué aún piensas en qué pensarán los demás? Creía que habías aprendido la lección.
¿Y qué más dará? Si todo ésto dura un ratito.

Un ratito.

Rómpete y vuelve a armar el puzzle. Tampoco es tan complicado. Sugestión y a ponerse.

Ideas precocinadas.

Aún me queda miedo.



Foto: Basistka

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