domingo, 24 de enero de 2010


Todo va por épocas. Yo cumplo con esa regla.

Me dejo llevar en exceso y eso no es bueno. No.
Tanto fluir, tanto fluir me ha llevado a una espiral fluyente un tanto vomitiba.
Déjate de consejos, anda, que ahora no me apetece oir tonterías sacadas de películas metafóricas-aptas sólo para gente trascendental. Sólo pretendo soltar mi jauría a pasear, que alguien la escuche y se limite a asentir, sin psicoanálisis.

Tengo agorafobia.
Insistes demasiado.
Hay algo que falla y yo no quiero forzarlo.
No se debe forzar las cosas.
No es que quiera dejarlas pasar es que no me gusta el agobio, pensar y pensar una cura para tanto caos, echarme a la espalda toda la presión y echarme a correr con ella.




sábado, 16 de enero de 2010

Mucho tiempo y mucho viento entre punta y punta.
Demasiado espacio entre la E y la E.

El repollo se enfría.
Supongo que ya lo sabes y no ayuda que yo lo recuerde pero tengo que hacerlo, este eco me obliga a publicarlo, echarlo en cara y hacer daño.

Yo... Yo iría y volvería, lo haría sin pedir nada, no por ti. Lo haría por mi.

Lo necesito.
Ir de nube en nube, transformar cada una. Soplar, soplar, ir de acá para allá y plantarme ahí.
Mirarte a la cara. Leer cada movimiento, ver cómo empujas tus ganas por el asfalto y cómo escupes ideas por los ojos, creyendo que nadie es capaz de verlo, creyéndote invisible.

El tiempo está dando fuerte, excava bien hondo.

Palabras en seco y despedidas insípidas como consecuencia de todo lo que no hemos pasado.
Excusas como bien común a toda la desesperación que se agolpa en el rincón del tacto insaciado.

"Ya pasará", día tras día, "ya pasará" pero no llega el día.
Nos torturamos como rutina y nos damos lo que creemos
recompensa.
Las palabras se quedan cortas, las cartas ya no llegan y los días ya no ayudan a pasar los baches con equilibrio.

Tardamos en inventar palabras y construir frases para acortar E y E. Y el tiempo... el tiempo pasa factura.

Intenté que el lobo dejase de soplar sobre nuestra casa de cascabeles pero he terminado por ser yo la precursora de tanto suspiro y no hay nada que me haga parar,
nada. Pensaba que el ruido hacía daño y ahora me doy cuenta que lo que de verdad me duele es el silencio.

Paciencia, dice la dulce K, paciencia grita E, paciencia me repito una y otra vez.







Tus movimientos en cámara lenta parece que no me sorprenden.
Tus ojos no me dicen nada, ya no hay vengalas, se han apagado y ni cenizas han dejado.
Lo que yo creía natural resulta que está programado, hasta tu peinado/despeinado está estudiado.
Cada jodido pelo en su lado y su conjunto da como resultado aspecto "recién levantado". Qué irónico.

Lo reconozco, tu conjunto es
interesante, hasta ver cada pieza por separado.
Sin llegar a desnudarte, mi interés dijo adiós, ¡joder! sin llegar siquiera a probarte.


Esta sarna picó sin gusto.


Por ahora.

Imagen: Brian M. Viverosp

jueves, 7 de enero de 2010



Infinito, te repito.

¿Por qué te molestas en elevarlo, multiplicarlo y sumarlo?

¡Vámonos de viaje!
A tu lado o al mío. Soy capaz, sígueme.
Chasquea los dedos que yo me presento.

Tú sólo procura que no nos perdamos entre esquina-momento-avenida.
No me hagas perder el punto de partida.
La aventura ha de durar lo que dura un soplido en los ojos, la brisa de tu pestañeo unido a mis peloscomoescarpia.


¡Allá vamos!
Sin pasteles, piruletas ni rollos frágiles.
Con nuestros mejor par de zapatos, tus chaquetas de punto y ese olor a cuero que tanto te gusta.
Porque sólo tú puedes comparar la felicidad con unos guantes, unas botas y el roce del cuerpo contra el caballo.
Y sólo yo puedo joder los momentos princesita.

Combinación
posible.

Y no, no lo pregunto.

lunes, 4 de enero de 2010



La princesa está triste... ¿Qué tendrá la princesa?
Los suspiros se escapan de su boca de fresa,
que ha perdido la risa, que ha perdido el color.
La princesa está pálida en su silla de oro,
está mudo el teclado de su clave sonoro,
y en un vaso, olvidada, se desmaya una flor
.

(R.D)