martes, 31 de agosto de 2010

¿Qué está pasando?
¿De qué va?
¿Alguien puede ponerle subtítulos?
No entiendo nada.
Con nada quiero decir nada.

Es ahora cuando necesito algo bueno. Algo jodidamente bueno.
Necesito verlo. Ponlo delante de mis ojos, ponle neón, música.

Merecido o no.
Ahora.

lunes, 30 de agosto de 2010

Tacto, dedos..
Sentidos van y vienen, sin ninguna prisa. Todo el segundero es para ti.
Tic tac en mute.

Tacto, tacto, saboreando cada paso del mi en ti.
Mucho en la distancia, corta y larga, texturas que nunca aprecié. Nunca.

Huele a lo que el tacto dio a entender.
Suave, limón, ¿canela?.

Sabe, supo a lo que el tacto se le antojó.
Todo gira a su alrededor.
Supiste verlo. Yo ya había vuelto y ahí me quedé.
Me quedé, hasta que el minutero reclamó lo que era suyo.

Ver en espiral. Vuelta y vuelta, suspiro, vuelta y...
Echar de menos aquello después de saborear lo otro.

Distancia.
Ni por ti ni por mi.
Por nadie.

Foto: *VioLynn

viernes, 27 de agosto de 2010



Frágil.
Supuso que sería frágil. Pequeña, dulce tacto. Feas intenciones. Palabras sin ton-ni-son, ¿adónde quieres llegar? Silencios, nada, nada de nada y, más allá, la casualidad. Suma que te suma, suma que te suma,... no quiere saber el resultado. No debía ser así. Descontrol. Se escapa de las manos, agua, aceite. Reacción tardía. Desconocerse para no conocerse luego.
Tú no lo quieres. No. ¿Por qué seguir? Vicio y morbo, como resumen del todo. Blablabla, como rutina. Mucha teoría y poca práctica. ¿Y tú quién eres? ¿Qué quieres? ¿De todo se aprende?
¿Final feliz? Debería existir. Aferrarse al engaño para poder (sobre)vivir, elegir la pastilla azul.
Frágil. Supuso que sería frágil.


miércoles, 25 de agosto de 2010

El dolor es pequeñito pero no deja de ser dolor.
Dueles, duelo y se junta el hambre con las ganas de comer.

Memoria cargada de huellas que dejamos en algún lugar del camino. Ni quieres ni quiero y así nos va.
Al golpito, al golpito y pasa otro día más.

No soy de calendarios, no me gustó tachar e inevitablemente pasó uno más. Otro día que recordar.

Sigue el dolor haciendo de las suyas, ahora menos intenso. A todo se acostumbra una, dicen, y yo me limito a acatar.

¿De qué vas? ¿De qué voy? Se preguntan, ¿alguna vez hubo respuesta?.

Y cada uno por su lado, que así sabe mejor.
0,02 separa el acelerador del freno de mano.
Aparca en cuanto puedas que aquí me bajo yo.
Tú a 120 y yo a 2.

Recuerda: no lo elegí yo.

martes, 24 de agosto de 2010

Como prefieras, siempre como tú quieras.

Como por amor al arte.
Amor a lo absurdo, a lo pequeñito, lo diminuto.
Repetitivo, como cada pensamiento.
Problemático, como cada chispa que se enciende.
Chispa, sólo chispa, sin llegar a llama, sin llegar a prender con ganas.
Se queda a mitad, como con miedo a quemar-se.
A veces es la chispa, otras la ausencia. Luego la rabia, la búsqueda, las metáforas... La mezcla del todo para quedarse sólo con lo uno, para valorar uno sola cosa y amarrarse a ella, adornarla hasta que quede bonita y tengas que quererla.

Ópticas... ilusiones.
Absurda, absurda como la Maga sin magia.




domingo, 22 de agosto de 2010

La señorita que no notó el guisante bajo su colchón.
Se esforzó, pero nunca lo sintió.
Busca, busca, rebusca la flor tonta -la que se queja del viento-.

La niña con mofletes color naranja, con ojitos de desgana, se obsesionó con el tiempo, una vez más.
Esperando a que él ordenase sus trastos, a que la pusiese donde debía estar.
Ni especial ni mundos interiores, ¿de qué va todo eso?.
Aflora,aflora, en cada diástole.
El entendimiento no cabe.

Entrar, entrar y soledad. Sístole.


lunes, 2 de agosto de 2010

¿Pero qué-me-estás-contando?
Dicho con sus pausas y su mirada escandalizada, rodeada de humo, rubia con gas embotellada y alguna servilleta mal usada.
Humores que van y vienen al son de cada trago.
Tú-s, no-s, qué sé yo.

¿Dónde estás ahora? ¿Sigues ahí?
Pregunto con la mirada pero tú no caes en la cuenta.
Denso, denso, apenas se puede respirar.

¿Qué coño haces?
Y esta vez le pongo sonido.
¿Perdón?
No, no te disculpes. Espera que trague.
Carcajada irritante.

No soy yo, eres tú.

La sinceridad no es lo que era.



Foto:*indiae
Es como si huyeras del sol.
Precipicios a tus pies y tu mirada atenta al cielo.
Verte y no verte.
Dientes de león en el aire y millones de recuerdos en la retina.
Momentos entre edificio y edificio.
Sombras que cambian de sitio.
Pasan los días, llega la noche y por fin calma.
Efecto morfina en tus andares.
Rómpete y calma el ambiente.

Creeme si te digo que es más de lo que muchos tienen.


domingo, 1 de agosto de 2010




"Si estás leyendo ésto, el aviso va dirigido a ti. Cada palabra que leas de esta letra pequeña inútil, es un segundo menos de vida para ti. ¿No tienes otras cosas que hacer? ¿Tu vida esta tan vacía que no se te ocurre otra forma de pasar estos momentos? ¿O te impresiona tanto la autoridad que concedes crédito y respeto a todos los que dicen ostentarla? ¿Lees todo lo que te dicen que leas? ¿Piensas todo lo que te dicen que pienses? ¿Compras todo lo que te dicen que necesitas? Sal de tu casa. Busca a alguien del sexo opuesto. Basta ya de tantas compras y masturbaciones. Deja tu trabajo. Empieza a luchar. Demuestra que estás vivo. Si no reivindicas tu humanidad te convertirás en una estadística.
Estás avisado..."



"Prestad atención muchachos, no sois especiales, no sois un copo de nieve único y hermoso, sois de la misma materia orgánica en descomposición que todo lo demás. Todos formamos parte del mismo montón de estiércol."



"La auto perfección es simple masturbación, en cambio, la autodestrucción es la respuesta que necesitamos."



-¿Para qué la salida de emergencia a diez mil metros de altura? Ilusión de seguridad.
- Sí, supongo.
- ¿Por qué los aviones llevan mascarillas de oxígeno?
- Para poder respirar...
- El oxígeno, te coloca. En caso de emergencia respiras hondo debido al pánico, de ese modo te vuelves eufórico, dócil, aceptas tu destino. Está todo ahí, aterrizaje de emergencia a mil kilometros por hora... caras inexpresivas, tranquilas, como vacas hindúes.



"La publicidad nos hace desear coches y ropas, tenemos empleos que odiamos para comprar mierda que no necesitamos. Somos los hijos malditos de la historia, desarraigados y sin objetivos. No hemos sufrido una gran guerra, ni una depresión. Nuestra guerra es la guerra espiritual, nuestra gran depresión es nuestra vida. Crecimos con la televisión que nos hizo creer que algún día seriamos millonarios, dioses del cine o estrellas del rock, pero no lo seremos y poco a poco lo entendemos, lo que hace que estemos muy cabreados."


(Fight Club)