El olor forma parte de la personalidad de cada uno.
No me refiero a ese olor embotellado que puedes usar según la ocasión, me refiero al toque personal, al rastro que se deja al pasar, al mirar o al hablar.
Unos endulzan, llegando incluso a empalagar.
Otros agrian cualquier instante transcurrido en su presenca.
Hay quien, con sólo olerlo sientes ganas de abrazar, esa persona que, sin saber bien por qué, te da seguridad.
Los hay de aire fresco. Hacen que tu día gris pase a ser un día soleado.
Hay tantos y tantos olores
como formas de prejuzgar a alguien...
Foto: a-niveles
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