sábado, 10 de abril de 2010

Quiero algo.
Todo a ser posible.
Y tú... me pones la zancadilla.
Con lo fácil que es hablarlo, dejarme entrar y celebrarlo.

¡Claro que quiero algo! Todo o nada, pero con garantía.
Ya no sé cómo decírtelo.
Unas veces soy hermética y otras permeable en sobredosis.
Para ti, claro. Así por y para ti.

Tú no te enteras, porque no quieres o porque no sabes.
Yo me empalago de tanto, tanto saborear la misma degustación...

Tu tiempo se está acabando. No te avisaré cuando, por fin, ese día llegue.


3 comentarios:

edetre dijo...

Intenta no ser hermética, si dices las cosas claras la otra persona te entenderá y si no... es que no le interesa.

Un saludo.

Brotesto dijo...

Te caes porque no te tira palabras que acolchen tu propia coraza. Y, encima, no se da cuenta de que, si no acolcha esa coraza, se hará un daño que te cagas cuando te dé por destrozar tu pseudo-celda de, quizás, sensaciones.

xDDD

Me río porque yo la hostia me la llevaría igual, de repente y sin más aunque la viese venir. Jajajá.



En fin, K*, saludicos.

Anónimo dijo...

la vida es un cúmulo de dioses con cronómetros..