Bonita conversación entre botellín y canalillo. Vale, oquei, me hexcedido. Nah, no lo he hecho. Osí. Onó. Naaaaah. Mi duda es si antes de llover... chispeó. Jajajá. :S El Equisdé lo dejo pa la siguiente ocasión. Y, lo demás (si puede comprobar la hora me comprenderá), cualquier día que me dé por vivir en el horario social, mi cerebro se disculpará al igual que ahora pide perdón por tanta redundancia. Ahora mi horario sin horas, hecho de minutos, segundos, meses y años, pero no de siglos ni de horas, se marcha. No sé a qué lugar, pero se va. Es muy cabrón. Siemprestáhí, con su doble acentuación, pero no me deja participar en su cronología. Me hace decir milenios sin dejarme averiguar de qué demonios habla ni a qué demonios venía. Vale, que sí, que se me ha ido deltó. Que ya paro. Pero, chiquilla, borra mi anterior blog. El brote murió. El impredecible, claro está. Éste es en el que voy, o estoy, o, faltaría más (cómo me gusta decirlo, copón), qué sé yo.
Saludos varios y que le llegue a usted un beso de mi parte y de rigor. ¿Onó?
No te preocupes, para los brindis siempre hay excusas. Lo único indispensable es un vaso con un líquido distinto al agua en su interior (porque da mala suerte).
3 comentarios:
Bonita conversación entre botellín y canalillo.
Vale, oquei, me hexcedido.
Nah, no lo he hecho.
Osí.
Onó.
Naaaaah.
Mi duda es si antes de llover... chispeó. Jajajá. :S
El Equisdé lo dejo pa la siguiente ocasión.
Y, lo demás (si puede comprobar la hora me comprenderá), cualquier día que me dé por vivir en el horario social, mi cerebro se disculpará al igual que ahora pide perdón por tanta redundancia.
Ahora mi horario sin horas, hecho de minutos, segundos, meses y años, pero no de siglos ni de horas, se marcha. No sé a qué lugar, pero se va. Es muy cabrón. Siemprestáhí, con su doble acentuación, pero no me deja participar en su cronología. Me hace decir milenios sin dejarme averiguar de qué demonios habla ni a qué demonios venía.
Vale, que sí, que se me ha ido deltó.
Que ya paro.
Pero, chiquilla, borra mi anterior blog. El brote murió. El impredecible, claro está. Éste es en el que voy, o estoy, o, faltaría más (cómo me gusta decirlo, copón), qué sé yo.
Saludos varios y que le llegue a usted un beso de mi parte y de rigor.
¿Onó?
Qué bonito todo.
No te preocupes, para los brindis siempre hay excusas. Lo único indispensable es un vaso con un líquido distinto al agua en su interior (porque da mala suerte).
Un besote petarda!
Y echaremos a volar !!!
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