jueves, 7 de enero de 2010
Infinito, te repito.
¿Por qué te molestas en elevarlo, multiplicarlo y sumarlo?
¡Vámonos de viaje!
A tu lado o al mío. Soy capaz, sígueme.
Chasquea los dedos que yo me presento.
Tú sólo procura que no nos perdamos entre esquina-momento-avenida.
No me hagas perder el punto de partida.
La aventura ha de durar lo que dura un soplido en los ojos, la brisa de tu pestañeo unido a mis peloscomoescarpia.
¡Allá vamos!
Sin pasteles, piruletas ni rollos frágiles.
Con nuestros mejor par de zapatos, tus chaquetas de punto y ese olor a cuero que tanto te gusta.
Porque sólo tú puedes comparar la felicidad con unos guantes, unas botas y el roce del cuerpo contra el caballo.
Y sólo yo puedo joder los momentos princesita.
Combinación posible.
Y no, no lo pregunto.
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1 comentario:
habrá otra oportunidad de preguntar?
estás segura de eso?
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