Tú hablas, hablas y hablas y entre palabra y palabra, te convences.
Tú juras, juras, juras... y entre tontería y tontería, te convences.
Tú sonríes, camelas, roneas, tocas,... y entre pena y pena, te convences.
Tú, tú te prometes, te engañas, te engañas y entre engaño y engaño, me convences.
Tú me enganchas, me llevas, me traes, me sonríes, me picas, me distraes y entre gilipollez y gilipollez... te capto.
Despierto.
Qué fugaz.
Qué fácil.
Qué asco
Foto:TearsOnthePiano
8 comentarios:
Qué real.
y qué tipico! joder, y lo peor es cuando nos damos cuenta y aun así nos quedamos acurrucadas bajo el edredón de palabras vacías que nuestra mente rellena para sentirnos mejor...
un saludo chica y un guiño empático jeje
;)
los encantadores de palabras son muy peligrosos, sobre todo cuando tenemos las orejas bien abiertas y nos dejamos arrastrar por su música.
pero todos nos engañamos.
los "abridores de ojos profesionales" también son peligrosos y, según y como, más letales que los primeros...
estamos rodeados!!!
Eso es, rodeadas :P
chapó! me encanta el tono que le has dado a esta historieta ;)
Besitos perra!
Válido para cualquiera que sea el bando en el que creas estar, añadiría.
¡Un saludico!
Me arrastra por el suelo poco a poco...
esto es cosa de locos.
SAL DE MI CABEZAAA!!!
Publicar un comentario